1 abr 2011

SESEÑA, PREHISTORIA E HISTORIA EN TORNO A LOS RIOS
Desde hace unos 150.000 años hasta hoy día en el mismo Seseña  y  su término merodearon o se establecieron grupos humanos con mayor o menor número de individuos.
A lo largo del Arroyo de la Fuente en Seseña, se localizan útiles de piedra del paleolítico.
Por dicho arroyo y en conexión con el Tajo y Jarama transitaron animales que fueron cazados en lugares estratégicos, charcas, estrechamientos de accesos, etc. Así se desprende de la frecuencia puntual de útiles para el descarnado que se localizan en el Caño.
Por situarse Seseña en un enclave vial trazado por diversos ríos confluyentes, ensayó y conoció prontamente los cembos tecno-económicos del periodo Neolítico y Edad de Bronce. Seseña, Ciempozuelos y Titulcia ofrecen un panorama arqueológico muy abundante, con una antigüedad de 4.000 años incluyendo la cultura simbólica del “Vaso campaniforme”.
Desde los inicios de la Edad de Hierro (hace unos 2.700 años) recalcan en esta zona modas culturales nuevas reveladas en las formas y decoraciones de las cerámicas. Estas corrientes procedían del  Ebro y suroeste de España con diversos impulsos intermitentes directos o difusos.
Con la presencia romana se crean numerosas vicus (aldeas) y villas en las vegas del Tajo, Tajuña y Jarama. Destaca el fuerte conglomerado de restos arqueológicos romanos en la confluencia Tajo-Jarama.
En el Quinto (Seseña) se localiza una Villa romana con presumibles tumbas y estructuras religiosas paleocristianas.
Por esta zona pasaba la calzada romana Mérida-Toledo-Titulcia-Zaragoza, cruzándose, aquí mismo, con otra procedente de la Mancha en dirección Miacum, Coca y Salamanca, es pues, lógico que a lo largo de estas principales calzadas se ubiquen villas y mansiones de repostaje y descaso. Villas por el valor agrícola-ganadero de las tierras de vega y por situarse en los circuitos comerciales de  abastecimiento a los principales núcleos urbanos o semiurbanos romanos.
Con los mismos criterios metodológicos se pueden interpretar  las circunstancias sociales, policías y económicas de la Edad media.
Numerosas Torres y Castillos ofensivos-defensivos ribereños se construyen en esta zona con efervescencia especial durante la reconquista cristiana.
El Castillo Puñoenrosto, en Seseña, no fue construido por la misma motivación. Fue entregado por el Rey Enrique IV a su Condestable o General Militar, Diego Arias Dávila, por lo que se le podría datar entorno al 1450.
Interesante es el despoblado medieval de “los Casares”, próximo al Castillo de Puñoenrostro, por las viviendas y bodegas subterráneas que tiene y por ser el procedente de las galerías-bodegas subterráneas que a partir de 1500 se harían luego en el núcleo urbano de Seseña actual.
Por último, decir que el nombre de Seseña viene del árabe “al-sakia” , ”aceña” que quiere decir acequia o molino harinero inmerso en un río.
Domingo Izquierdo
REPORTAJE RECOGIDO EN EL FOLLETO
“Seseña, historia milenaria por escribir”.
Ayuntamiento de Seseña. Pág. 8-9.2004